El pedido de mantenimiento no programado para el gasoducto Nord Stream 1, que se extiende bajo el Mar Báltico hasta Alemania, está profundizando la crisis energética entre Moscú y Bruselas, que ya ha ayudado a aumentar la inflación en la región y aumentar los riesgos de racionamiento y recesión.
El impacto económico más amplio de Alemania se destacó en los datos de precios al productor del viernes, que en julio experimentó sus mayores aumentos, tanto año tras año como mes tras mes, ya que los costos de energía aumentaron significativamente.
Acreditación Alemana
El oleoducto Nord Stream ya estaba operando a una quinta parte de su capacidad, lo que generó preocupaciones de que Rusia podría detener por completo los flujos en la temporada de calefacción de invierno y dificultar el llenado de las instalaciones de almacenamiento.
Alemania ha realizado esfuerzos específicos para llenar sus instalaciones de almacenamiento para prepararse, con niveles del 78,19 % al 17 de agosto, un poco más que el 75,89 % de la UE en su conjunto.
Gazprom dijo que una vez que se complete el mantenimiento y «en ausencia de fallas técnicas», se reanudarán los flujos de 33 millones de metros cúbicos por día, en línea con los volúmenes actuales.
Esto todavía representa solo el 20% de la capacidad total de Nord Stream de 167 millones de metros cúbicos por día.
Gazprom dijo que el trabajo de mantenimiento en la estación compresora de gas restante Trent 60 se llevará a cabo con Siemens. El grupo ruso ha culpado previamente a los equipos defectuosos o retrasados por la caída de los flujos. Alemania dice que esto es una excusa para dañar su economía.
Siemens Energy, que es responsable del mantenimiento de las turbinas Nord Stream 1, se negó a comentar.
Anteriormente, los principales políticos alemanes de los partidos gobernantes rechazaron las sugerencias de que la escasez de gas podría mitigarse permitiendo que el gasoducto suspendido Nord Stream 2 funcionara, algo que el Kremlin había sugerido como solución.
«Sugiero enfáticamente que nos abstengamos de la humillación que siempre le pedimos (al presidente ruso Vladimir) Putin por algo que no obtendremos», dijo Kevin Koehnert, segundo al mando en el SPD del canciller Olaf Scholz.
«La dependencia de él debe terminar de una vez por todas», agregó en una entrevista con t-online.
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