ROMA, 5 dic (Reuters) – Italia no aceptará las nuevas normas presupuestarias de la UE, dijo el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti.
Las normas financieras de la UE, que han estado suspendidas desde 2020 debido a la pandemia de COVID-19, volverán el próximo año con enmiendas que actualmente están negociando los gobiernos. La sobreendeudada Italia propone suavizarlos tanto como sea posible.
Antes de una reunión clave entre ministros de Finanzas de la UE sobre el tema prevista para esta semana, Giorgetti dijo a los legisladores que no creía que fuera serio adoptar reglas que no se pudieran mantener.
Las normas de la UE limitan los déficits presupuestarios al 3% del producto interno bruto (PIB) y la deuda al 60%, con medidas disciplinarias para quienes no reducen ningún exceso y con la suficiente rapidez, pero muchos gobiernos europeos están rompiendo estos límites.
En septiembre, Italia elevó el objetivo de déficit del próximo año al 4,3% del PIB desde el 3,7% anterior y no apuntará a ingresos por debajo del techo del 3% de la UE hasta 2026, sin casi ninguna reducción de la deuda durante el mismo período.
La Comisión Europea ha propuesto reformar las reglas introduciendo una ruta de ajuste fiscal que se centre en reducir el gasto primario neto en un período de cuatro a siete años, excluyendo los ingresos fiscales discrecionales, los costos de intereses y los costos cíclicos del desempleo.
Exige que los países muy endeudados, como Alemania e Italia, reduzcan su deuda en al menos un 1% del PIB cada año.
«Las sendas de ajuste más severas están dañando el crecimiento y empeorando las tendencias crediticias a mediano y largo plazo», dijo Giorgetti.
Sin embargo, Italia parece haber obtenido ya algunas concesiones, ya que los aumentos en el gasto en defensa se consideran un «factor atenuante» que justifica la desviación del camino acordado de recortes de gastos.
Giorgetti quiere que se permita a Italia continuar su ajuste fiscal en un plazo de siete años, «sin más condiciones», aplicando un plan de recuperación post-Covid.
Dijo que la reducción anual de la deuda que Alemania exige no asusta a Italia, pero debería comenzar cuando se eliminen los efectos de los costosos incentivos fiscales para el desarrollo de viviendas.
Al gobierno de Giorgia Meloni le preocupa que una futura decisión contable de Eurostat, el brazo estadístico de la UE, vinculada a estos incentivos pueda aumentar el déficit fiscal del próximo año, haciendo la posición de Roma aún más vulnerable.
Declaración de Giuseppe Fonte; Edición: Christina Fincher
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