El lunes, la compañía petrolera con sede en el Reino Unido dijo que renunciaría a su participación del 27,5% en la instalación de gas natural licuado Sakhalin-2, su participación del 50% en un proyecto para desarrollar los campos de Salem en Siberia Occidental y su participación del 50% en un proyecto de exploración en la península de Gidan en el noroeste de Siberia.
“Nuestra decisión de salir es una decisión que tomamos con convicción”, dijo Van Burden. No podemos, y no lo haremos, quedarnos de brazos cruzados”.
La empresa fue una de las cinco empresas que proporcionó el 50% de la financiación y las garantías por el costo estimado de 9.500 millones de euros (10.600 millones de dólares) para construir el oleoducto Gazprom Nord Stream 2 bajo el Mar Báltico entre Rusia y Alemania. El proyecto se detuvo efectivamente la semana pasada cuando el canciller alemán Olaf Schulz dijo que el país detendría la certificación del oleoducto.
Su subsidiaria, Exxon Neftegas Limited, posee una participación del 30% en Sakhalin-1, un enorme proyecto de petróleo y gas natural ubicado frente a la isla de Sakhalin en el Lejano Oriente ruso. Ha operado el proyecto desde 1995 en nombre de un consorcio que incluye socios japoneses e indios, así como dos subsidiarias de Rosneft.
– Chris Liakos contribuyó a este artículo.
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